Qué hacía antes de iniciar el Blog (parte 1)
Para los más jóvenes que cuando nacieron ya tenían Internet, les debo confesar que en el momento que yo estaba estudiando en la secundaria y ellos no habían nacido aún… NO existía Internet!!!
Si!!!, en el pasado reciente no existía esta maravillosa e innovadora herramienta llamada INTERNET; y para su mayor sorpresa,aún sin ella también se podían hacer negocios. Las ventas no eran en linea, así que tenías que ir de casa en casa y convencer a los clientes, o incluso usar algo que los jóvenes ya casi no utilizan para lo que fué creado: EL TELÉFONO.
Para empezar quiero responder a la pregunta ¿Por qué es importante conocer la historia de alguien que escribe en internet?, pues porque lo que hoy hago, es mejor gracias a los errores que cometí en el pasado y en lo que pude aprender cuando me equivoqué; digamos que mi pasado sirve para explicar mi presente y el potenciar mi futuro.
MI PRIMER INTENTO COMO EMPRENDEDOR
Hace algunos años, cuando estaba en secundaria me nació el espíritu emprendedor y junto a un amigo decidimos poner un “super negocio” de venta de enchiladas potosinas. Cabe aclarar que la decisión de poner el negocio se hizo “sobre las rodillas”, sin analizar en lo más mínimo y con la única finalidad de ganar dinero. ¿Qué más podría interesarle a un par de adolescentes con muchas ganas y nada de experiencia?.
La realidad es que NO evaluamos si algunos de los dos era bueno vendiendo o no, si había mercado o no y por supuesto que no sabíamos cómo llevar un negocio. Solo sabíamos que éramos buenos amigos con toda la confianza del mundo y que si las comprábamos en 50 pesos para las vendíamos en 75 pesos, estaríamos ganando el 50%. Un negociazo!!!!
Empezamos usando el auto de mi papá (así “no gastábamos” en gasolina) para ir de casa en casa con nuestros vecinos, amigos y familiares.
Al inicio pareció ser un gran negocio, pues casi todos nos compraban, aunque en realidad en ese momento no nos dimos cuenta que lo hacían porque las personas nos conocían y les parecía importante apoyar a un par de jóvenes que intentaban hacer un negocio.
La primer semana vendimos 100 cajas y nos pareció fantástico, así que la siguiente semana compramos 200 cajas para vender.
La realidad es que antes de hacer ese segundo pedido con el doble de enchiladas, NO caímos en cuenta de que se nos habían agotado los amigos, familiares y vecinos.
Además de que no se comían la caja con 25-50 enchiladas lo suficientemente rápido, al menos no como el “dinamismo” que nuestro negocio requería.
Así que le dije “ahora tu tienes que vender las enchiladas a los extraños”, mi amigo se me quedó viendo con cara de “Estás loco o qué !!”,.
Resulta que yo era muy penoso, pero mi amigo era todavía más penoso. Así que yo quería que él vendiera y él esperaba lo mismo de mi.
Mientras tanto, las 200 cajas de enchiladas estaban repartidas en los congeladores de ambas familias.
Finalmente “contratamos” a otro amigo que no era nada penoso, para que nos ayudara a vender las enchiladas. Con mucho trabajo logramos acomodar 180 cajas y las restantes 20 cajas, las repartimos entre los tres. Cabe aclarar que al amigo que vendió, le terminamos pagamos sus comisiones con ENCHILADAS ( ja ja ja ) lo bueno es que le gustaban mucho.
Volvimos a traer otros 2 ó 3 pedidos adicionales de enchiladas potosinas y apenas las pudimos vender, pero demoramos varias semanas.
Finalmente con lo que gané en ese mi primer negocio, me alcanzó para comprar un perro que quería para regalarle a mi novia en su cumpleaños.
Con la compra del perro se acabó mi negocio y todo el dinero que generó ese “fructífero” esfuerzo de algunos meses.
Al menos ganamos algo y los dos amigos quedamos en paz; sin dinero, sin negocio, pero en paz!
Fué el primer intento de hacer un negocio en sociedad con otra persona y gracias a Dios no fué el último.
14/05/2016 @ 1:34 PM
Qué interesante artículo, me hizo recordar mi infancia cuando vendía limonadas y dulces en mi cochera. Gracias por compartir